Emotivo encuentro de dos naciones hermanas que hace 40 años dijeron ¡No a la Guerra!

Animados por la Iglesia de Aysén en el contexto de la conmemoración de los 40 años de la firma del Tratado de Amistad y Paz entre Chile y Argentina, y en colaboración con la Delegación Presidencial, el Gobierno Regional y la Municipalidad de Coyhaique, junto a hermanos chilenos y argentinos se celebró este hito histórico en la localidad de Balmaceda, región de Aysén.

“Patagonia: tierras y pueblos de paz” fue el lema que motivó esta conmemoración que inició en el “Santuario Virgen de la Paz”, ubicado en el paso fronterizo “Huemules” en la misma localidad de Balmaceda.

A ese sagrado lugar arribaron autoridades eclesiásticas, civiles, fuerzas armadas, carabineros y gendarmería de ambas naciones; entre ellas el obispo de Comodoro Rivadavia, Jorge Wagner; el obispo de Aysén, Luis Infanti; en representación del gobernador del Chubut la diputada nacional, Ana Clara Romero; el delegado presidencial, Rodrigo Araya; así como intendentes argentinos; concejales de Coyhaique; concejeros regionales y funcionarios de este paso fronterizo.

Al interior del Santuario se instalaron las banderas de Chile, Argentina y el Vaticano; y ambos pastores de la Iglesia católica elevaron al Padre plegarias de acción de gracias y deseos de buena voluntad, amistad social y paz para todos los países de Latinoamérica en un mundo que amenazado y sufre por la guerra.

Posteriormente, la “Fiesta de la Amistad y la Paz” se trasladó a la escuela José Antolín Silva Ormeño de Balmaceda; lugar en que previamente se vivió una animada acogida a los invitados que arribaban desde localidades cercanas de la Patagonia chilena y argentina.

Al llegar todos los invitados desde el paso fronterizo comenzó una alegre y fraterna eucaristía de “memoria agradecida”; para luego dar paso a los discursos de las autoridades y un intercambio de presentes.

La fiesta continuó con cantos y bailes folclóricos; y finalizó con mates compartidos y abundantes tortas fritas; gratas conversaciones y la certeza de haber asistido a un evento que une y proyecta a dos naciones en la construcción de amistad social y la paz.